Le damos la bienvenida y esperamos que toda la información aquí descrita y algunas de sus obras recopiladas, que realizó a lo largo de su vida, sean de su agrado.
José Castro Dopico comentaba:
'Sólo manchar un lienzo ya es una aventura.
Desde niño he plasmado mi inclinación por el dibujo y ya de adolescente ingresé en la Escuela de Artes y Oficios de A Coruña. Estuve siete años dibujando, a lápiz, con carbones y difuminos hasta que logré formar parte de un grupo que se inició en la técnica de la pintura al óleo.
No acierto a definir la pintura y su significado personal aunque representa todo para mí. No puedes vivir de ella, pero sé que es mi verdadera vocación.
Creo que a la hora de hablar de si el pintor nace o se hace, hay que tener en cuenta que primero existe un proceso que te inclina hacia una cosa que te gusta y luego un oficio, un hacer. Sin trabajo no se logran las metas.
La carrera de cualquier pintor se debe basar en un aprendizaje continuo.
Antiguamente, el artista arrinconaba un año el cuadro. Después de ese tiempo volvía sobre él y lo analizaba. Yo nunca tengo prisas ni doy una obra por terminada.
Creo que no existe la perfección, sólo obras mejores y peores.
En el retrato hay que saber captar la posición adecuada, ya que la obra debe tener personalidad.
Hay que dialogar con el retratado y observar sus reacciones y sacar a relucir el ser interior para captar la esencia de la persona.
Hay cuatro facetas en un pintor que son: dibujo, bodegón, paisaje y finalmente retrato, que son los pasos que debe seguir.'
Críticas
José Castro ha conseguido unos cuadros llenos de vigor y sin duda alguna alcanzará un resonante éxito en esta su primera salida.
Retratos, bodegones y paisajes, componen la muestra. Tanto en los retratos como en los bodegones, muestra Castro Dopico, buen oficio y óptimas hechuras.
Apunta buena disposición para el cultivo del retrato y del bodegón, con logros tan notables como los números 6, 1 y 2, en los primeros ?que es precisamente donde más el pintor acusa el influjo de la mano maestra de Quintas Goyanes? y en los bodegones 14, 18 y 17, el mejor de todos, por su finura de cualidades.
Claudio Varela de Cambre
La Voz de Galicia
3 de Noviembre de 1.967
Numerosos son los cuadros al óleo y a la acuarela que el artista expone en la Sala de Arte del Banco de Crédito e Inversiones, con temática varia, que va desde el bodegón a la marina, pasando por el paisaje, el retrato, edificaciones urbanas y rurales y escenas de los hombres ?da mariña? y del campo.
El valor de esta obra se basa en el dibujo, de notable perfección, y en la peculiar entonación que el artista da a sus cuadros, ajustada al paisaje gallego, en el que predomina la suave tonalidad colorista; similar a la empleada por Parmaroli en alguno de sus cuadros, aunque en el paisaje de bosque, con otra fuerza cromática, se acerca más a otros de Beruete. Entre los que figuran en la exposición destaca el número 4, titulado sencillamente ?Bosque?, en el que el juego de la luz a través de la arboleda está perfectamente logrado.
Siguiendo la escuela pictórica de La Coruña, Castro Dopico saca de los grises de la mariñas gallegas lo que hay en ellas de suavización de las formas, como puede verse en la 9, en la que, difuminado el conjunto de la neblina, se aprecia entre ella una aislada lancha en el mar.
J. Trapero Pardo
El Progreso
24 de Junio de 1.981
Este pintor coruñés cultiva uno de los varios realismos distintos de la realidad.
Presenta juegos de claroscuro para que nazca la luz, imposible de pintar como afirmó la voz autorizada de Cézanne. Justa la composición, tanto por los volúmenes como por la intensidad de color, unas veces tendido en amplia pincelada segura y otras contenida en el detalle.
Se adivina la existencia de uno primero, alejado y riguroso academicismo vencido por la resonancia del mejor post-impresionismo. Merece atención esta pintura y el suyo venir cara al hoy.
Laureano Álvarez
La Voz de Galicia
1.985
Tras algún tiempo sin exponer sus obras en Lugo, llega ahora, con técnica depurada y más acercada al neoimpresionismo, el artista coruñés Castro Dopico, que presenta 32 óleos en la Sala de Arte del Banco gallego, en la que, pintando con ?amore?, aparece el retrato de la esposa del artista y que es un acierto de fidelidad al modelo y un estudio de composición en el retrato, al contrastar el realismo y sicología del rostro con las vestiduras, éstas en clara técnica expresionista.
El Mar.
Castro Dopico, fiel a sus temas, en busca de inspiración en el mar, o enfoques a los lugares urbanos y casas rústicas y nuestro paisaje rural, sin regir figura humana, en la que destaca Retrato de mi nieto, perfecto niño desnudo en línea y expresión.
En el paisaje, el artista, como Ruskin dijo de Turner, busca en la Naturaleza un lugar en el que puede descubrirse el espíritu de las cosas. Pequeños paisajes entre brumas y suaves celajes; paisajes de gran formato como Rincón de Chelo y Camino en el bosque, estudiados con distinto cromatismo, el primero valorando los primeros planos y la fuerza tonal y el segundo con perspectiva profunda y verdes brillantes, en la que el foco presenta cálidos efectos de luz, cpn sensación de profundidad y el romanticismo de una gran avenida entre árboles.
Pincelada impresionista.
Este artista, frente al mar, al peirao, al muro y al buque, sabe -arte, oficio, dibujo- arrancar a la luz y a la forma, con pincelada impresionista y segura, el valor natural y hasta humano que el mar ofrece, si se contempla con ojo de artista y amor a lo poético, como se aprecia en Marina lo de difícil composición. La perfección del dibujo se hace más ajustada aún en cuadros de Betanzos y Lugo. Entre varios lucenses destacaré Rincon de Lugo, con valor también histórico pues recuerda viejos edificios, que se asomaban a la Plaza Maior, hoy en malhora modificados.
Castro Dopico ?construye? edificios con pincelada metódica. En temas de desnudos, más ajustada aún en cuadros de Betanzos y Lugo. Entre varios lucenses destacaré Rincón de Lugo, con valor también histórico pues recuerda viejos edificios, que se asoma la rotundidad de líneas y entreverso de figuras pueden llevar, como se dijo de otras de Matisse, un impulso dionisíaco, es decir, pasión humana. El artista prueba que ha unido a nuevas técnicas un neorrealismo equilibrado, que da a sus obras nuevos valores pictóricos, porque sin caer en academicismos, poetiza la realidad.
J. Trapero Pardo
El Progreso
18 de Octubre de 1.991
El valor de esta obra se basa en el dibujo de notable perfección y en la peculiar entonación que el artista da a sus cuadros, similar a la empleada por Palmaroli en alguno de sus cuadros, aunque en el paisaje de bosque, con otra fuerza cromática, se acerca más a otros de Bernete. Castro Dopico saca de los grises de las marinas gallegas lo que hay en ellas de suavización de las formas. Aún sin separarse del realismo, Castro Dopico mantiene en algunas de sus obras un sentido poético y sugeridor, que, partiendo de un neoimpresionismo que se aprecia en la mayoría de sus cuadros, realiza figuras humanas y otros elementos, componiéndolos con una estructura y colorido notables. En la acuarela, con técnica similar a la del óleo, el artista prueba su seguridad y limpieza de trazo, utilizando volúmenes y veladuras al primer toque, lo que da a sus obras relieve y profundidad. Técnica especial es la de dibujar con la espátula y tinta negra, que permite la sensación de un aguafuerte al cuadro. Abunda la figura humana en la obra de Castro Dopico. Posiciones y escorzos adecuados a la escena en que figuran perspectivas logradas por la gradación del tamaño de las mismas a la vez que logra bellos efectos de expresión.
J. Trapero Pardo
El Progreso
1.991
Si tuviera que definir en pocas palabras la obra pictórica de este artista coruñés, diría que el método, el dibujo, la luz y la sensibilidad poética que de su obra emana, son sus principales atributos.
Pintor figurativo, de su mano nos introducimos en un mundo de luz y paz. Aquella baña el lienzo con una claridad diáfana. Brilla y reverbera con sutiles y delicados toques, se mueve libre y envuelve silenciosamente al espectador, invitándole a penetrar en el cuadro y desvelar el secreto que muestran sus paisajes.
Estos abarcan una amplia temática; caminos y corredoiras, rincones boscosos, testimonios mudos de viejas ciudades, marinas, etc.
Todos ellos nos cuentan una breve historia: la del pintor enfrentado a un bello rincón, que recoge en el lienzo con mimo y cariño y que ofrece al espectador en toda sus realidad.
Pintor veraz, definido con un neoimpresionismo, en su quehacer pictórico se dan la mano el dibujo de eco académico y la pincelada suelta, atrevida, espontánea, pero siempre sometida a la voluntad directora del artista.
Con ello ajusta la técnica y elabora composiciones equilibradas y armoniosas, donde la profundidad adquiere un importante valor y es tan cuidadosamente elaborada como el primer término.
La sobriedad define sus bodegones. Sencillos pero nunca pobres, sus elementos son sabiamente escogidos y manejados con acierto, asomando un lirismo casi ascético.
Su sensibilidad no sólo le lleva a penetrar en el espíritu de la naturaleza, y así lo demuestran sus retratos. Estos son un testimonio de su fidelidad al modelo, su profesionalidad metódica y reflexiva, y su capacidad de penetración en la psicología del retratado.
Creo que lo mejor que se puede decir de este artista, es que está en su obra y ésta llega directamente al espectador. En su caso, se hace cierta la vieja máxima: ?Una imagen vale más que mil palabras?.
Y aquí están sus imágenes y que estén muchas veces.
Cristina de Llano
Licenciada en Historia del Arte
1.993
El pintor coruñés José Castro Dopico expondrá su obra creativa, a partir del próximo día 5 de Abril, en la sala del Banco Bilbao-Vizcaya de Ferrol. La muestra, que podrá ser visitada hasta el día 15 de ese mes, de siete de la tarde a nueve de la noche, incluye algunas imágenes captadas en la ciudad de Ferrol, entre ellas la calle de Carmen y las plazas de España y Amboage, además de vistas de La Coruña, como por ejemplo del Castillo de San Antón.
Compostela, Betanzos, Chamorro y Chantada son, entre otros, algunas de las localidades que han inspirado a este artista de quien la crítica destaca su estilo neoimpresionista y su depurada técnica.
Nombres Propios
Redacción
La Voz de Galicia
31 de Marzo de 1.994
El pintor coruñés José Castro Dopico expone su obra desde el pasado día once en la sala de arte del Banco Gallego de Lugo. La muestra, que recoge un total de treinta y tres obras de temática variada, podrá ser visitada hasta el próximo día 18 en horario de visitas de 7 a 9 y media de la noche en días laborables y de 12 a 2 del mediodía, los festivos. En opinión de José Trapero Pardo, según reseña realizada con motivo de la anterior exposición del pintor y que figura en el catálogo, ?Castro Dopico construye edificios con pincelada metódica predominando en su obra el neoimpresionismo?.
Castro Dopico en el Banco Gallego
Exposiciones
El Progreso
14 de Octubre de 1.994
Ya en exposiciones anteriores demostró su maestría en el dibujo; pero en la actualidad, a esa notable condición, se unen nuevos logros técnicos, siempre dejando en ellos su personalidad e inspiración. Una de las características de Castro Dopico es la de saber dar expresión de movimiento o de inercia en sus obras, de acuerdo con lo que representan. Unido a esa perfección del dibujo, que haría de sus cuadros un realismo a ultranza, si no pusiera en ellos ese algo ?vital?, en lo que es inerte; Castro Dopico representa monumentos, en los que, utilizando tonos y luces, y los contrastes de luz y sombras; llega a darles una eficiencia, que nos parece hallarnos ante esos monumentos reales. En su autorretrato y en el de una niña, se aprecia cómo ha sabido utilizar la pincelada y el color, para que los rostros expresen una situación anímica que la cámara fotográfica no podría lograr. Cuadros de composición de figuras y ambientes, nos meten en funciones dispares, pero unidas por el sentimiento que en las obras puso su autor. En todas sus obras aparece el perfeccionamiento del arte que Castro Dopico ha puesto en su trabajo y el sentido poético que ha dado a alguno de sus cuadros.
J. Trapero Pardo
Exposiciones
El Progreso
18 de Octubre de 1.994
Bodegones, paisajes y retratos saben de la genialidad de este creador con el pincel. Después de demostrar su maestría en el dibujo, Castro Dopico se ha entregado en cuerpo y alma al óleo.
La Región
1.995
Pintor veraz, definido como un neoimpresionismo en su quehacer pictórico, se dan la mano, el dibujo de eco académico y la pincelada suelta, atrevida, espontánea. En cada uno de sus cuadros, Castro Dopico busca sensibilidad, sobre todo en el difícil mundo del retrato.
La Región
1.995